5 consejos ecológicos para la limpieza de primavera
Los días son cada vez más luminosos, cálidos y largos, lo que para algunas personas es el primer síntoma de que ha llegado el momento de ponerse manos a la obra con la limpieza anual de primavera. En la búsqueda de suelos relucientes, estanterías ordenadas y armarios limpios, es posible que, sin saberlo, utilicemos productos que hacen más mal que bien. Esta temporada, antes de sumergirte de lleno en las toallitas desinfectantes y la lejía química, prueba estos consejos ecológicos para refrescar tu hogar.
1. Secar la colada
Secar la ropa en una secadora eléctrica o de gas es perjudicial tanto para la ropa como para el medio ambiente. Utiliza detergente natural cuando laves la ropa e instala un tendedero en el jardín para secarla. Si el espacio es un problema, busca un tendedero retráctil que casi no ocupe espacio cuando no se utilice, o un pequeño perchero que pueda guardarse entre lavado y lavado. Si el tiempo y el espacio lo permiten, seca la ropa en el tendedero exterior para reducir la contaminación, a la vez que reduces la factura de la luz, disfrutas del aire fresco y alargas la vida de tus prendas.
2. Añade un poco de vegetación
Ya lo hemos dicho antes, pero las plantas de interior pueden servir como filtros de aire vivos. Eso significa que puedes mejorar tu decoración y refrescar el aire de casa al mismo tiempo. Las plantas araña, la hiedra inglesa, las plantas de caucho y los lirios de la paz son algunas de las plantas de interior que mejor limpian el aire.
3. Olvídate de las toallitas de papel
Ahorre árboles, dinero y residuos de los vertederos comprando ropa de limpieza y para quitar el polvo especialmente fabricada y lavable, disponible en todo tipo de tejidos, desde algodón hasta microfibra. Ve un paso más allá y utiliza lo que ya tienes para dar una nueva vida a un viejo trozo de tela, como toallas, sábanas, fundas de almohada e incluso ropa vieja. Sólo tienes que cortar o rasgar tus prendas viejas y desgastadas en pequeños cuadrados. Mételos en la lavadora con la colada para limpiarlos después de cada uso y listo.
4. Cambia tu Swiffer
En lugar de comprar continuamente mopas de un solo uso, invierte en una mopa reutilizable. Acuda a su tienda de alimentación o al supermercado y busque mopas que puedan lavarse en la lavadora. Sécalas colgadas (ver Consejo 1) y úsalas una y otra vez.
5. Despeja tu armario
Dona las prendas poco usadas a una organización benéfica local para dárselas a otra persona y, como sugerimos en el consejo 3, entrega tu ropa rota y manchada a tu trapería, donde sustituirá al derrochador papel de cocina y tendrá una segunda vida. Cuando empaquetes tus jerséis de invierno para la próxima temporada, sustituye las apestosas bolas de naftalina por una versión DIY que huela mejor: rellena un solitario calcetín sin pareja con palitos de canela, hojas de laurel y clavos enteros, átalo al final y ¡voilá!
