10 formas de reducir la contaminación por plásticos
Escrito por Sarah Engler. Artículo facilitado por el Natural Resources Defense Council NRDC). Lea el artículo original aquí.
Este bombardeo constante (el equivalente a 136.000 millones de jarras de leche al año, según un estudio publicado en la revista Science) supone un grave peligro para la vida marina. Los animales pueden enredarse en esta basura o ingerirla, ya sea porque la confunden con una presa o porque el agua de mar ha descompuesto el plástico en diminutas partículas.
El plástico, por supuesto, es especialmente problemático porque no es biodegradable y, por tanto, permanece mucho más tiempo (hasta 1.000 años más) que otras formas de basura. Y no hablamos sólo de la gente que tira su basura por la borda. Alrededor del 80% de la basura marina se origina en tierra: arrastrada desde la costa o desde las calles a los ríos durante las lluvias torrenciales a través de los desagües pluviales y los desbordamientos de las alcantarillas.
Así que lo mejor que podemos hacer para proteger nuestras vías fluviales es, en primer lugar, tratar de mantener la mayor cantidad posible de plástico fuera del flujo de residuos. ¿Y la buena noticia? Hay muchas pequeñas formas de tener un gran impacto.
1. Deshágase de los plásticos desechables
El 90% de los artículos de plástico de nuestra vida cotidiana se usan una vez y luego se tiran: bolsas de la compra, envoltorios de plástico, cubiertos desechables, pajitas, tapas de tazas de café. Toma nota de la frecuencia con que utilizas estos productos y sustitúyelos por versiones reutilizables. Basta con que lleves unas cuantas veces tus propias bolsas a la tienda, los cubiertos a la oficina o la taza de viaje a Starbucks para que se convierta en un hábito.
2. Dejar de comprar agua
Cada año se tiran a la basura cerca de 20.000 millones de botellas de plástico. Lleva una botella reutilizable en el bolso y nunca más tendrás que recurrir a una Poland Spring o una Evian. Si te preocupa la calidad del agua del grifo, busca un modelo con filtro incorporado.
3. Boicot a las microperlas
Esos pequeños exfoliantes de plástico que se encuentran en tantos productos de belleza -exfoliantes faciales, dentífricos, jabones corporales- pueden parecer inofensivos, pero su diminuto tamaño les permite colarse por las depuradoras de agua. Desgraciadamente, algunos animales marinos los ven como comida. En su lugar, opta por productos con exfoliantes naturales, como la avena o la sal.
4. Cocinar Más
No sólo es más sano, sino que preparar tus propias comidas no implica tener que llevar envases o bolsas de comida para llevar. Cuando pidas algo para llevar o comas fuera, dile al establecimiento que no necesitas cubiertos de plástico o, si quieres un premio extra, lleva a los restaurantes tus propios recipientes para guardar las sobras de comida.
5. Comprar artículos de segunda mano
Los juguetes nuevos y los aparatos electrónicos, sobre todo, vienen con todo tipo de envoltorios de plástico, desde esos frustrantes caparazones difíciles de romper hasta ataduras retorcidas. Busca en las estanterías de las tiendas de segunda mano, en las ventas de garaje de tu barrio o en los anuncios de Internet artículos que estén igual de bien cuando se han usado previamente. Además, te ahorrarás un dinero.
6. Reciclar (Duh)
Parece obvio, pero no lo estamos haciendo bien. Por ejemplo, menos del 14% de los envases de plástico se reciclan. ¿Tienes dudas sobre qué puede ir a la basura y qué no? Fíjate en el número que aparece en la parte inferior del envase. La mayoría de las botellas de bebidas y limpiadores líquidos tienen el número 1 (PET), que suelen aceptar la mayoría de las empresas de reciclaje. En algunas zonas también se pueden reciclar los envases marcados con el nº 2 (HDPE; normalmente botellas un poco más pesadas para leche, zumo y detergente para la ropa) y el nº 5 (PP; cubiertos de plástico, tarrinas de yogur y margarina, botellas de ketchup). Para conocer los detalles de tu zona, consulta el directorio de reciclaje de Earth911.org.
7. Apoyar un impuesto o prohibición de bolsas
Inste a sus cargos electos a seguir el ejemplo de San Francisco, Chicago y cerca de 150 ciudades y condados más, presentando o apoyando leyes que hagan menos deseable el uso de bolsas de plástico.
8. Comprar a granel
Yogures en porciones individuales, artículos de aseo personal en tamaño de viaje, pequeños paquetes de frutos secos... Considere la relación producto/envase de los artículos que suele comprar con frecuencia y elija el envase más grande en lugar de comprar varios más pequeños a lo largo del tiempo.
9. Lleve su propia bolsa de ropa a la tintorería
Invierte en una bolsa de tela con cremallera y pide que te devuelvan los artículos limpios en ella en lugar de enfundados en plástico. (Y de paso, asegúrate de frecuentar una tintorería que prescinda del perc, un producto químico tóxico presente en algunos disolventes de limpieza).
10. Presionar a los fabricantes
Aunque podemos cambiar las cosas con nuestros propios hábitos, es evidente que las empresas tienen una huella mucho mayor. Si crees que una empresa podría ser más inteligente con sus envases, haz oír tu voz. Escribe una carta, envía un tuit o dales donde realmente les duele: Da tu dinero a un competidor más sostenible.
